martes, 20 de agosto de 2013

Metamorfosis

Siendo franco no se por donde empezar en esta pequeña odisea que he afrontado estos últimos años, comenzare presentándome, mi nombre es Miguel Ángel siempre he sido el típico chico "grandote" o hermoso como me dice mi abuela. La verdad nunca me había importado mi estado físico, mis padres siempre han intentado que llevara cuidado con lo que comía  pero yo era feliz así que no veía ningún problema en comer lo que quisiera y cuando quisiera ¿cual era el problema? yo no veía ninguno, así que ni me preocupaba.

El transcurso del tiempo avanzaba sin cesar, seria a finales del año 2010 cuando tomaría una decisión importante donde marcaría un antes y después en mi personalidad, pobre de mi no sabia lo que me esperaba cuando llegue probando suerte al equipo de los Murcia Cobras, yo pensaba, bueno soy alguien grande, este deporte esta hecho para mi, ya de paso hago deporte que no me vendría nada mal... Ya tenia 14 para 15 años en plena adolescencia edad en la que como todos sabemos es una época dura, de cambios, de inseguridades y de dudas. No sabría decir las veces que me han llamado gordo, supongo que muchas, una palabra que tiene tantos sinónimos la mar de divertidos como; grueso, rollizo, obeso, regordete, rechoncho, corpulento, orondo, robusto, panzón, grande, voluminoso, abultado, hinchado, inflado, cebado, sebo, manteca, grasa, ballena, tocino, foca... (en fin, me podría tirar un día aquí poniendo sinónimos)

¿Que se puede esperar? Vivo, vivimos en una sociedad materialista, narcisista, frívola, superficial y vacía...

En fin, yo no culpo a la sociedad, ya que es educada de esta manera y no todos pueden ver mas allá de esto. Desde muy pequeños apreciamos en revistas/televisión/publicidad una perfección inalcanzable que chicos y chicas sueñan con alcanzar para ser mas aceptados y queridos. Se ve en todas partes, vayas donde vayas te impregnan de ello y sin darte cuenta te llenan la cabeza de mierda, la gente consume para sentirse menos sola, en resumen esta es tu libertad de elegirla chaqueta de Zara o los pantacas del Pull & Bear, un buen perfume por los complejos, por los problemas que no asumes, para el cortejo... Ya sabes el dicho compra y no llores. Bueno esto nunca me ha importado, pero no soy un iron man, ni un super hombre... Las risas, las burlas, el cuchicheo allá donde vas y el típico jiji jaja acaban hiriendo en lo mas profundo de la persona. No solía enfadarme, en ocasiones me lo tomaba con humor y en la mayoría de ocasiones lo almacenaba en lo profundo de mi ser.

El tiempo sigue avanzando y yo con este, llega el año 2011 sin beberlo ni comerlo por el verano de este llegue a pesar unos 140 kilos (creo que incluso mas) ya no estábamos hablando de una persona con sobrepeso sino una persona con obesidad.  
No me explicaba como había llegado hasta ese punto. ¿En que momento cogí tanto peso? no me lo explicaba, pero así estaba la situación, el problema iba a mas porque cuanto mas peso cogía mi asma iba a peor, no podía pensar ni en correr ¿correr? eso era un infierno para mi persona, la peor tortura existente en la tierra, quería de todo menos eso... Me sentía débil y cansado todo el tiempo. Explicar la sensación que tiene una persona obesa es difícil, pero es como una mezcla de inseguridad y cansancio constante. (es difícil de explicar sinceramente) Era subir las escaleras del instituto y ya me encontraba con asma... En el equipo también lo veía, velocidad eso es lo que necesitaba y de eso no tenia. Simplemente era una masa de grasa que con dos pasos se moría, prefería los golpes del entrenamiento antes que correr sinceramente...

Agosto época veraniega, sinceramente era bajar a la playa y ver cien mil ojos sobre mi, y con ello volvía el ciclo de las cosas: <<las risas, las burlas, el cuchicheo y el  jiji jaja >> una y otra vez se repetía como una gramola rota.
Ya no me sentía tan bien, comía mal, demasiadas horas sentado y nada de deporte...
Pensé que ya era hora de organizar un poco mi vida, me lo tome como un reto, me encantan los retos y mas sin son difíciles. Así que hable con mis padres de ponerme en tratamiento con un endocrino, alguien que me guiara en esta aventura, no tenia nada que perder y mucho que ganar.

Septiembre llego con su ¡oh dios mío! recuerdo que en el endocrino me hicieron muchas pruebas y los resultados no eran nada buenos, la verdad sinceramente creo que la doctora llego a asustarse con mi estado. Recuerdo la voz de la doctora que era de un modo muy tenue  me dijo que estaba en una obesidad de grado II, con un peso de 141 kilos. No se me olvidara el día antes de ir al endocrino que mi padre me preparo para comer una hamburguesa en plan despedida, por los meses que pasarían , eso no se me olvidara nunca, pero eso se acabo, las dos primeras semanas era un abismo, comí todo aquello que nunca antes había probado, sinceramente me moría literalmente de hambre. Pero estaba dispuesto a afrontar esto fuera como fuese. Eso si, a ningún amigo le confesé que estaba en un endocrino supongo que por el miedo al fracaso.
El objetivo de esto era re-educarme a la hora de la comida, tomar unos hábitos mas saludables para mi vida mas que nada.

Llego Octubre y el 24/10/11 un poco antes de entrar a clase llegue al endocrino con la feliz noticia que había logrado perder nada mas y nada menos que siete kilos, recuerdo que la doctora se sorprendió y me felicito, eso si, con su tono de voz leve parecía que incluso le daba vergüenza hablar en aquella sala. Me dio siguiente cita para Enero ya que me veía bien y con ganas

Los meses pasaban lentos pero yo seguía al pie de la letra lo que la doctora me recomendó. Por estas fecha intente hacer lo que mas detestaba (running) pero solo salia a andar debido a que la doctora me advirtió que con tanto peso me estaba cargando los meniscos, pesaba tanto que me destrozaba yo mismo mi cuerpo.

Ya sobre Febrero pesaba unos 120 kilos mas o menos, me sentía orgulloso de mi mismo, de mi trabajo, de lo que estaba consiguiendo, era algo que me llenaba por dentro, veía como poco a poco las camisetas me quedaban enormes, como sacos de patatas. Aun me quedaba mas de la mitad pero ¡joder! que bien sentaba.
Seguía el reloj corriendo llegando hasta la fecha de Marzo donde tuve el viaje junto a mis compañeros de clase hacia Granada, este viaje supuso creo que la perdida de mi "inocencia", al menos parte de ella. No me preguntéis ¿por qué? pero es cierto. Es una fecha clave donde una parte de mi moría para nacer una mas extrovertida. En este viaje conocí a grandes amigos que hoy día siguen conmigo y de este viaje surgió el apodo de "batman" tampoco recuerdo bien o no quiero recordar como surgió pero fue así, es un hecho y punto. Por cierto en este viaje me cargue una cama con mis 120 kilos JE parece que no estaban muy preparadas para grandes cargas... 

Llega Abril recuerdo instante a instante, fotograma a fotograma la escena de esa tarde de entrenamiento en el campo de la Condomina, teníamos que correr al rededor del campo, ya que esa tarde el equipo no entreno nada bien y el coach se cabreo, imponiendo su castigo, recuerdo que no podía con mi alma era un sin vivir, me afiliaba con el casco, con la coraza, no podía mas y abandone. El entrenador nos llamo a todos y recuerdo ese discurso que dio el coach Alex palabra por palabra exclusivamente para mi, fue duro, no os voy a mentir pero jure que no me volvería a pasar jamas, que me levantaría con el doble de fuerzas y si volvía a caer, aun mas fuerte ascendería,  ya tenia un peso aceptable para mis rodillas, la doctora me dio permiso para poder correr moderadamente. Tenia el permiso pero aún tenia esa pequeña espina de salir a correr pero, un gran amigo (que le debo mucho por esto) vino y me dio un empujón para empezar con ello recuerdo que los primeros días iba andando simplemente pero yo lo intentaba con todas mis fuerzas. Poco a poco iba a mas, cada día un poco mas y así. Comenzamos a publicar en twitter nuestras salidas con el hashtag #HechosDeDeporte lo comenzamos como una tontería empezando con ; "Día X y tal #hechosdedeporte" Así empezó hasta llegar hoy, que llevo doscientos dieciocho días corriendo ¿quien me lo diría a mi? yo creo que antes ni me lo hubiera imaginado.

Recuerdo el dolor, recuerdo el cansancio, recuerdo esas ganas de morirme, pero yo seguía ahí día tras día. Me daba igual si llovía, que granizara, que lo que sea, yo estaba ahí. No se de donde sacaba las fuerzas ni la energía era algo sobrehumano, en ocasiones me asustaba yo mismo, supongo que todos esos años de rencor y odio se acumularon en una parte muy profunda de mi ser que ansiaba salir a toda prisa para abandonar mi cuerpo.

Mayo llego y con este el adiós al endocrino, me dieron por apto, ya tenia un peso de 100 kilos estaba fuera del riesgo de obesidad. Me recomendaron que podía perder mas peso, pero que en ese peso estaba fuera de riesgo. "Una nueva vida te espera después de esto" me dijo la doctora y tanto así fue. No me explico como  lo que mas odiaba se había transformado en mi liberación. Algo que era una forma de sentirme mas yo, me sentía mejor corriendo,  mejoraba mi animo, era una forma de evadirme de la realidad para transformarme en una persona mas fuerte.

El verano de 2012 fue una etapa de mas superación, recuerdo como si fuera hoy esas noches que salia a correr hasta llegar a Thader donde a las afueras del centro comercial en el "pequeño" teatro de piedra descansaba bajo la atenta mirada de los astros, era como "mágico" me sentía fuerte, grande, valiente, enérgico, tenaz y sereno. Una nueva persona había nacido, el Miguel de antes había muerto y con el también el miedo.

La gente  pregunta a que se debe mi profunda frivolidad y asco a esta sociedad retrograda. Y la verdad es una muy buena pregunta... Me resultaba irónico que esos mismos que se burlaban luego se "alegran" de tu cambio, te felicitan y te dicen cosas como: "oh wow tío ¿como lo has conseguido?" "Estas genial" "No pareces tu, tienes mucha fuerza de voluntad"    
Por favor vamos a dejarnos de hipocresías y teatrillos. En fin, no los culpo, no culpo a nadie, no tengo odio hacia nadie, porque el odio es algo que te mata por dentro y esta vida es demasiado corta para estar odiando siempre, no merece la pena sinceramente. Puede que todo esto haya conmutado mi personalidad hasta llegar a ser otra persona. El cambio no esta solo por fuera. El ateo cabrón y marxista un día fue católico y de derechas. Que irónico ¿no? y esto es así, es cierto, todo pasa por algo supongo.

Sinceramente no me arrepiento de haber engordado porque gracias a eso me ha convertido en una persona mas fuerte y sin miedo. Tengo otra perspectiva de la vida que otros no pueden ver, a lo mejor, si siempre hubiera sido delgado seria el típico estúpido del montón que no ve mas allá de su nariz, que solo se dedica al culto al cuerpo y a ver como ha quedado su equipo en la jornada de liga.

A día de hoy 21/08/2013 a mis 17 años peso unos 89 kilos y me encuentro fenomenal físicamente y psicologicamente , con una vida que acaba de empezar, con nuevos retos, muchas esperanzas y grandes sueños. Aun tengo mucho por lo que aprender y eso es algo que me encanta.

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