Por allá en el siglo XIX Engels señalaba a la familia como
un entramado de relaciones entre
dominados y dominantes, la figura del
padre como elemento dominador de esta institución, una institución la cual se
ha visto resignada a posiciones secundarias en plena era posmoderna, esta, será
fundamental los primeros años de sociabilización del ser, donde el individuo es
mucho más receptivo a su entorno.
Siguiendo con la frase de Engels, un elemento que no se nos
puede olvidar, es la relación de poderes que se configura en esta institución,
si bien con los clásicos y posteriormente con los modernos el emblema de poder
era la figura paterna, con la entrada a la democracia y al siglo XXI esta
figura se ha ido deteriorando en su plenitud de legitimidad y poder (hablando
de esta dentro de la familia clásica donde los roles de género y el patriarcado
están más marcados) Se establece una clara brecha entre la educación franquista y
post-franquista. Se pasa de la dictadura al libertinaje, de un extremo a otro.
Freud señalaba el perfil del español promedio de `fanático´, así mismo se lo
recalcó a Salvador Dalí en el trascurso de una conversación, y puede que este
viejo austriaco machista tenga razón. El fanatismo como germen que se halle en
nuestras entrañas.