jueves, 30 de enero de 2014

Amanece en Europa

1 de Septiembre de 1939  da comienzo la segunda guerra mundial, años mas atrás los movimientos nacionalsocialistas logran un hueco entre los hogares de gran parte de Europa, bueno, pero esto... Esto es pasado y a día de hoy es imposible que se repita esto... o si.

Mucho se habla del fascismo pero poco se sabe realmente, primero vamos a la raíz del asunto.

El movimiento nacionalsocialista, no es algo que surja de un grupo de burgueses malvados de la noche al día como algunos marxistas creen, esto ya de por si es una contradicción al materialismo-histórico. El fascismo emana del contexto socioeconomico; cabo a destacar que en periodos de alerta "roja" la burguesía dará su apoyo al fascismo debido a que mantienen sus privilegios, siempre en ultima estancia. 

Como podemos apreciar en la historia, la NSDAP recibió ayudas de marcas comerciales tan conocidas hoy día como Hugo Boss, Volkswagen, IBM, Bayer, Kodak, Siemens... No se alarmen, pues es algo normal puesto que el fascismo es la última medida de defensa frente al socialismo, parece en tiempos de descontento y cólera.

Tengo que enmarcar que los fascitas no han leído mucho del fascismo en la practica.

No existe un termino medio, existe la explotación de una clase a la otra. Sus teorías son bellas, con dos pilares básicos el interclasismo y el interacismo;
  • Interclasismo: se basa en  izquierda-derecha unidas por la causa de la nación 
  • Interracismo: negros y blancos unidos por el bien del país
Por una parte que un fascista me explique como va a promover el interracismo en una filosofía abiertamente xenófoba cuando esta llegando a sus cauces gubernamentales.
Su tolerancia a otras culturas y otras razas para asumir que la nación española prospera ante los ojos de dios.
La cuestión interclasista es aún mas irónica (si cabe) ejemplo de Franco, cuando en España existía una burguesía nacional que lejos de ser interclasista, no dudaba en mantener a sus cuidados como esclavos a cambio de pan duro y tocino rancio. El rico era muy rico, y el pobre hacía lo que podía. Ese interclasismo consiste en poner la mejilla y no gracias.

Ucrania y el ascenso del extremismo derechista no pueden verse, y menos todavía comprenderse, como un hecho aislado. Más bien, deben examinarse como parte de una creciente tendencia en toda Europa (y por cierto en el mundo), una tendencia que amenaza los fundamentos mismos de la democracia.

En Grecia, la salvaje austeridad impuesta por la troika (FMI, BCE y la Comisión Europea) ha paralizado la economía del país, conduciendo a una depresión tan mala, sino peor, como la Gran Depresión en EE.UU. Ante este trasfondo de colapso económico, el partido Amanecer Dorado ha crecido hasta convertirse en el tercer partido político más popular del país. Adoptando una ideología de odio, Amanecer Dorado –en efecto un partido nazi que promueve chovinismo antijudío, antiinmigrantes y antimujeres– es una fuerza política vista por el Gobierno de Atenas como una seria amenaza para el tejido mismo de la sociedad.

En circunstancias económicas calamitosas, un odio irracional semejante se vuelve atractivo; una respuesta a la pregunta de cómo resolver los problemas de la sociedad.

Sin embargo, vemos el ascenso de partidos políticos similares, aunque algo menos abiertamente fascistas, en toda Europa.
 En España el gobernante Partido Popular pro austeridad actúa para imponer leyes draconianas que limitan las manifestaciones y la libertad de la expresión y aprueba tácticas policiales represivas y con la aparición de nuevas formas políticas de ultra derecha como VOX y UPyD. En Francia, el Partido Frente Nacional de Marine Le Pen, que vehementemente culpa a inmigrantes musulmanes y africanos, obtuvo casi el 20% de los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. De la misma manera, el Partido por la Libertad de Holanda –que promueve políticas antimusulmanas y contra los inmigrantes– ha crecido hasta convertirse en la tercera fuerza del Parlamento. En toda Escandinavia los partidos ultranacionalistas, que otrora actuaban en total irrelevancia y oscuridad, son ahora protagonistas significativos en las elecciones. 

Esas tendencias son preocupantes, por no decir otra cosa peor... Amanece  Europa, resaltado de un color gris que ya no recordaba en mi memoria.



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